Como estaba previsto, las noticias de Cuba confirmaron un fin de semana de intensas lluvias, fundamentalmente en la región occidental del país. El Centro de Pronósticos del Instituto de Meteorología compartió en la red social X una tabla con los acumulados más significativos.
De acuerdo con la entidad, las lluvias fueron consecuencia de la cercanía de la tormenta tropical Debby y las bandas de alimentación del sistema que aún se extienden sobre el occidente del archipiélago. En este sentido, ya el Instituto había alertado sobre posibles inundaron «en zonas bajas y de mal drenaje».
De ahí que el pasado viernes los máximos funcionarias del gobierno en La Habana «evaluaran» medidas a tomar para atenuar los posibles daños que pudieran ocasionar las intensas precipitaciones, de acuerdo con la prensa partidista cubana. Ello, con la conciencia de que en otras ocasiones las inundaciones han sido de gran envergadura.
Durante las últimas 24 horas la cercanía de la tormenta tropical Debby y las bandas de alimentación del sistema que aún se extienden sobre el occidente han ocasionado lluvias que llegaron a ser fuertes e intensas. En la tabla se observan los acumulados más significativos. pic.twitter.com/SzX1J5kTHM
— Centro de Pronósticos, Insmet (@cnp_insmet_cuba) August 4, 2024
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Hasta el cierre de esta nota no se había reportado afectaciones debido a las lluvias. No obstante, a veces, lo peor viene después. Las estructuras con peligro de derrumbe casi siempre colapsan cuando el sol comienza a «secar» el inmueble. Eso lo saben bien quienes viven en las cientos de «estáticas milagrosas» que tiene la ciudad. Con lo cual no es de extrañar que el miedo se apodere de ellos cada vez que se pronostican lluvias torrenciales
Más del 35 por ciento de los 3,9 millones de viviendas del país se encontraban en malas o muy malas condiciones a finales de 2020. Ese año, la caída de un balcón de un edificio del casco antiguo provocó el deceso de tres niñas, en un hecho que conmocionó a todo el país. Con cifras, que ya deben ser mucho mayores, no sorprende los edificios se derrumban periódicamente en algunos barrios de la capital. Sobre todo, durante la temporada de lluvias y huracanes, de junio a noviembre.
