Cuando comenzó el papado del actual jefe supremo de la Iglesia católica, millones de personas celebraron “la llegada” al Vaticano de Jorge Bergoglio. “Marcó “la primera vez” en muchos sentidos: papa latinoamericano, jesuita, que adopta por nombre Francisco, que vive en Santa Marta y no en el palacio vaticano, que toma mate… “.
Así reseñó en La Vanguardia, el Arzobispo de San Juan de Cuyo y miembro del Dicasterio para la Comunicación del Vaticano, Jorge Eduardo Lozano, la sensación de esperanza que se abrió en ese día histórico para los feligreses de la Santa Sede, quienes han visto como el tiempo ha transcurrido para un Papa que se acerca a los 90 años.
Sin embargo, poco o nada cambió para los católicos de la comunidad LGBTIQ+. A finales de mayo, el Papa Francisco acaparó todos los titulares de la prensa internacional. Al decir de RT, en una reunión celebrada a puertas cerradas en el Vaticano, el pontífice utilizó la palabra coloquial ‘frociaggine’, que en italiano deriva de ‘frocio’, que se traduce como m***ón, y que resulta despectivo para nombrar a las personas homosexuales.
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Papa Francisco “repite” la historia
Tras el revuelo ocasionado por sus palabras, el Vaticano respondió en un comunicado. «El Papa nunca tuvo la intención de ofender o expresarse en términos homofóbicos, y extiende sus disculpas a aquellos que se sintieron ofendidos por el uso de un término, como informaron otros», se puede leer en el texto. No obstante, en palabras de CNN, el Papa Francisco volvió a utilizar una palabra muy despectiva contra los homosexuales por la que ya se había disculpado el mes pasado , dijo este martes la agencia de noticias ANSA.
Todo esto recuerda que el Vaticano dictaminó en 2005 que la Iglesia no puede permitir la ordenación de hombres que sean activamente homosexuales o que tengan tendencias homosexuales “profundamente arraigadas”. En 2016 el Papa ratificó esta decisión. y varias veces en su papado se ha referido al tema.