Una megaiglesia en el área de Dallas, Texas, se ha visto envuelta en una dramática controversia tras aceptar la dimisión de su pastor, Robert Morris, después de que salieran a la luz acusaciones de una «relación inapropiada» que él mantuvo hace más de tres décadas con una niña de 12 años.
Según la declaración emitida por la Junta de Ancianos de la Iglesia Gateway, previamente no tenían conocimiento completo de los detalles de lo ocurrido entre 1982 y 1987, cuando Morris era pastor de la Iglesia Shady Grove en Grand Prairie, informó CNN. Así mismo, la junta afirmó que su entendimiento previo era que se trataba de una «relación extramatrimonial» y no del ab**so de una menor.
Sin embargo, tras recibir nuevos detalles sobre los hechos, la iglesia expresó estar «desconsolada y horrorizada» y aceptó la renuncia de Morris. Además, han contratado a un bufete de abogados para llevar a cabo una revisión independiente y comprender completamente lo sucedido.
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Víctima afirma no haber perdonado a Robert Morris
La mujer, identificada como Cindy Clemishire, relató a la estación de noticias WFAA que el ab**so comenzó en Navidad de 1982 y se prolongó hasta 1987, cuando finalmente se lo contó a sus padres. Aunque la familia perdonó a Morris en su momento, nunca apoyaron su regreso al ministerio.
En un comunicado, el propio Morris reconoció haber tenido «un comportamiento se**ual inapropiado con una joven en esos años, aunque aclaró que no hubo relaciones se**les, sino «besos y caricias». También afirmó que en 1987 confesó y se arrepintió de sus actos. Sometiéndose así a las autoridades de la iglesia Shady Grove, quienes le pidieron que se alejara del ministerio y recibiera consejería.
«Desde entonces, he caminado en pureza y responsabilidad en esta área», aseguró Morris, quien indicó que en 1989 se reunió con la sobreviviente y su familia para pedirles perdón, y que ellos lo perdonaron. Sin embargo, Clemishire expresó que, si bien su familia perdonó a Morris, nunca apoyaron su regreso al liderazgo de la iglesia. «Creo que los líderes pueden quedar atrapados y pensar que es nuestra responsabilidad proteger a Dios y no lo es. Nuestra responsabilidad es proteger a la gente», señaló.