Paul Alexander, conocido como «el hombre del pulmón de hierro», falleció a los 78 años, después de pasar la mayor parte de su vida viviendo dentro de una cámara metálica que le ayudaba a respirar. La noticia fue confirmada por una campaña de recaudación de fondos para su atención médica en Estados Unidos.
Alexander, residente de Dallas, Texas, contrajo polio en el verano de 1952, cuando tenía tan solo 6 años. La enfermedad lo dejó paralizado del cuello hacia abajo. Desde entonces, tuvo que vivir dentro de una cámara de oxígeno, hasta el fin de sus días.
Pese a las dificultades de su condición, Paul Alexander era conocido por ser una persona positiva. Actitud que lo llevó a lograr grandes hitos en Estados Unidos. Entre ellos, graduarse de la escuela secundaria sin asistir a clases en persona, convirtiéndose en la primera persona en hacerlo en Dallas.Además, se convirtió en abogado, profesión que ejerció durante 30 años.
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Paul Alexander dejó su huella Estados Unidos
Además de sus logros académicos y profesionales, Paul Alexander también fue un defensor de los derechos de las personas con discapacidad. Organizó protestas y sentadas en apoyo a esta causa, y publicó una memoria de 155 páginas titulada «Tres minutos para un perro: mi vida en un pulmón de hierro», escrita por Alexander pacientemente a lo largo de cinco años. Dada su condición, se valió de herramientas que a través de su boca le permitieron la transcripción.
Guinness World Records reconoció a Paul Alexander como la persona que pasó más tiempo viviendo en un pulmón de hierro. Antes de su fallecimiento, en una entrevista con Reuters, expresó: «Mi historia es un ejemplo de por qué tu pasado, e incluso tu discapacidad, no tiene por qué definir tu futuro».
A través de una campaña de GoFundMe, se recaudaron más de $143,000 para ayudar a cubrir los gastos médicos y mejorar las condiciones de vida de Paul. Su hermano, Philip, agradeció a todos los donantes y expresó su gratitud por permitir que Paul viviera sus últimos años sin estrés. Los fondos también se destinarán al pago de su funeral.