Hace nueve años nacía el hashtag #OscarsSoWhite, una campaña que puso en tela de juicio la parcialidad de los premios de la Academia. La completa invisibilidad de las minorías no blancas en Hollywood tocó su punto álgido en enero de 2015. En esa fecha las 20 nominaciones en las categorías de actuación para los premios Oscar recayeron en actores y actrices blancos.
Y como no existe nada más temido en el negocio del cine que una mala prensa, solo tomó tres años para que la situación, mágicamente, se revirtiera. Si fue producto de un entendimiento real del racismo intrínseco en el “ADN cultural” o simplemente por salir de debajo de la lupa, es algo debatible. Lo cierto es que para 2019, 13 de los ganadores al Oscar fueron personas de color.
También influyó que en 2020 la Academia de las Artes y Ciencias Cinematográficas, la responsable de los Oscar, implementara ciertas reglas de diversidad. De esta forma expandió el alcance de sus miembros a personalidades con destaque en su contribución a la industria. Pero también, que respondieran a diversos grupos étnicos, identidades de género y nacionalidades.
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¿Cómo se vivió la diversidad en los Premios Óscar 2024?
Pasó el tiempo y llegamos a la gala de este domingo, la 96 edición de los Oscar. En ella, por vez primera, una actriz de ascendencia nativo americana estuvo nominada en la categoría de mejor Actriz. Mientras que Cillian Murphy – blanco por cierto- ganó su merecidísimo Oscar a mejor Actor. Con este se convirtió en el primer irlandés en hacerse con el galardón.
La actriz negra y obesa Da’Vine Hoy Randolph se alzó como mejor actriz de reparto. Durante su discurso de aceptación expresó: Durante años pensé que quería ser diferente, pero me doy cuenta de que necesito ser yo misma». Sin dudas un mensaje de inspiración para todos aquellos que no lucen como el clásico estándar de belleza y aun así lucha por crearse su espacio.
En tanto, como mejor animación, sobresalió la cinta japonesa Kimitachi wa Dō Ikiru ka (El chico y la garza). Además, la única mujer nominada a mejor dirección, Justine Triet, recibió el premio junto a Arthur Harari por mejor guión original por el filme Anatomy of a fall. Al menos por ahora, aunque queda mucho para saldar las deudas, el abanico de los Oscar se presenta diverso.