Este martes, casi 50,000 miembros de la Asociación Internacional de Estibadores (ILA) iniciaron una huelga en los puertos de la costa este y del golfo de Estados Unidos, interrumpiendo así, el flujo de importaciones y exportaciones cruciales para la economía nacional.
Según CNN, esta huelga, la primera de su tipo en estos puertos desde 1977, podría provocar la paralización laboral más disruptiva en décadas. Además, podría resultar en escasez y aumento de precios de una amplia variedad de bienes, desde plátanos y alcohol hasta muebles y automóviles.
Te puede interesar: Elon Musk advirtió sobre peligro para Estados Unidos
Demandas y consecuencias para Estados Unidos
El detonante de esta huelga es la brecha entre las demandas del sindicato y la oferta de la Alianza Marítima de Estados Unidos (USMX), que representa a las principales líneas navieras y operadores de terminales. Por ello, los estibadores están demandando aumentos salariales significativos y protecciones contra la automatización, argumentando que las líneas navieras de propiedad extranjera han obtenido enormes beneficios sin compensar adecuadamente a quienes realizan el trabajo en los muelles.
Respecto a esta situación, Harold Daggett, presidente de la ILA, afirmó que “USMX provocó esta huelga al no responder a las necesidades de los trabajadores que son vitales para su riqueza”.
De acuerdo con CNN, esta manifestación afecta a puertos clave, como el de Nueva York y Nueva Jersey, el tercero más grande del país, y el puerto de Wilmington, que es fundamental para la importación de plátanos. Por lo que dependiendo de la duración de la huelga, podría haber escasez de bienes de consumo e industriales, lo que puede llevar a un aumento de precios. Aunque la mayoría de los productos para la temporada navideña ya se han enviado, los artículos perecederos, como frutas y verduras, podrían escasear en las tiendas, impactando directamente a los consumidores.
En tanto, el Departamento de Transporte de EE.UU. ha estado en contacto con los actores de la cadena de suministro para mitigar posibles cuellos de botella. Sin embargo, la resolución de este conflicto laboral parece lejana, y los trabajadores estibadores han dejado claro que “nada se moverá sin nosotros”, enfatizando la importancia de su labor en la economía estadounidense.
