La cumbre del G20 en Brasil ha dejado varias situaciones anecdóticas, en el sentido más abarcador del término. Desde el frio saludo entre el presidente anfitrión y su homólogo argentino, hasta el percance de salud que sufrió el mandatario paraguayo, Santiago Peña, trasladado de emergencia este lunes a un hospital debido a una “indisposición”.
Si todo esto fuera poco, dos días antes de la cumbre la primera dama de Brasil, Rosangela “Janja” da Silva, desató la polémica al insultar públicamente al multimillonario dueño de X, Elon Musk, durante una intervención breve en un evento paralelo a la reunión, centrado en temas sociales. En tanto, uno de los episodios mas comentados ocurrió cuando los periodistas fueron retirados de la sala al inicio del encuentro entre el primer ministro británico Keir Starmer, junto al presidente de China, Xi Jinping en el hotel Sheraton de Río de Janeiro.
Según ha trascendido, Starmer, expresó su inquietud por la situación de Jimmy Lai, editor y activista prodemocracia de Hong Kong que permanece detenido desde diciembre de 2020 bajo cargos de una controvertida ley de seguridad nacional impuesta por Beijing.
Today I met President Xi Jinping.
— Keir Starmer (@Keir_Starmer) November 18, 2024
The UK and China have a shared responsibility to work together in pursuit of global security, economic co-operation and the clean energy transition.
My government’s approach will always be rooted in the interests of the UK. pic.twitter.com/N60EW1T3Uv
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G20: La polémica entre Reino Unido y China
«Lai, fundador del ahora clausurado periódico Apple Daily, es una de las figuras más destacadas en la lucha por la democracia en Hong Kong. Su detención bajo la ley de seguridad nacional -criticada internacionalmente por su alcance y vaguedad- ha suscitado preocupación entre defensores de derechos humanos y gobiernos occidentales, quienes denuncian una intensificación de la represión en la región», dijo Infobae.
No obstante, el Primer Ministro del Reino Unido manifestó que deseaba una relación sólida y duradera con China, en la primera vez que un mandatario británico se reúne con Xi en los últimos años, ya que las relaciones entre ambos países se deterioraron por preocupaciones de seguridad y derechos humanos y el apoyo de China a Rusia en la guerra en Ucrania.
