El brutal suceso del pasado lunes en el que perdieron la vida 3 niñas en una comunidad de Southport, Reino Unido, sirvió de pretexto para el caos en que se ha sumido el país. Durante la semana las falsas informaciones en torno al caso no hicieron más que acrecentar los sentimientos de odio y xenofobia que, a la postre, devinieron en vio**ntos disturbios a lo largo de la nación.
Las autoridades británicas aprendieron al sospechoso de inmediato, un joven galo de origen ruandés. No obstante las redes sociales se encargaron de darle un giro a la historia. Especulaciones respecto a la nacionalidad y religión del adolescente de 17 años acusado de los ase**natos desataron serios enfrentamientos. La base de estos fueron polémicos temas en el Reino Unido: la inmigración y el racismo.
Las teorías de que el sospechoso era de origen musulmán y había entrado al país de forma ilegal se esparcieron rápidamente y llevaron a cientos de personas a protestar a las calles. Estas acciones escalaron al incendio de autos, asalto a establecimientos comerciales y el enfrentamiento vio**nto contra fuerzas policiales. Como resultado, cerca de medio centenar de policías heridos y más de 100 detenidos.
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Reino Unido: extrema derecha aprovechó el contexto de los disturbios
De acuerdo con diversos medios, el contexto de las protestas fue aprovechado por activistas de la extrema derecha para impulsar su agenda racista. De esta forma, organizaciones benéficas para inmigrantes como Citizens Advice y un hotel en South Yorkshire destinado a albergar a solicitantes de asilo fueron seriamente dañados durante los ataques.
La comisionada de Policía y Crimen de Northumbria, Susan Dungworth remarcó el carácter vio**nto de las proestas. “Esto no es protestar, es comportamiento criminal. No es un luto por la muerte de esas niñas inocentes en Southport». Asimismo Yvette Cooper, ministra británica del Interior dijo que el vandalismo no tiene cabida en la nación y no habrá tolerancia para el desorden criminal.
Por su parte el recientemente nombrado rimer ministro del Reino Unido, Keir Starmer, tomó serias medidas ante su primer gran conflicto en el cargo. Luego de que las protestas se extendieran a ciudades como Manchester, Sunderland y Cardiff, decidió entregar poderes especiales a los oficiales para disolver grupos que consideren una amenaza. Además los juzgados están funcionando las 24 hora. Starmer prometió apoyo total a las fuerzas del orden para calmar la situación.
Criminal violence and thuggery on our streets will not be tolerated.
— Yvette Cooper (@YvetteCooperMP) August 3, 2024
Police forces have my full support in ensuring that those who engage in criminal disorder face the strongest possible penalties. pic.twitter.com/ZqoOHVXnVR