Haití se encuentra sumida en una profunda crisis marcada por la violencia y la carencia de recursos básicos. La situación de inseguridad de esta nación caribeña ha tenido graves consecuencias para sus cuidadanos. En especial para niños y mujeres embarazadas, quienes se ven afectados por los bloqueos de carreteras y la violencia desatada por las pandillas, lo que dificulta su acceso a la atención médica vital.
En Puerto Príncipe, la capital haitiana, la vida se ha convertido en una lucha constante por la supervivencia. Las pandillas superan a la policía y la ausencia de un gobierno efectivo agrava aún más la crisis. Ante este panorama, algunas mujeres embarazadas buscan refugio en República Dominicana para escapar de la tragedia que acecha en su país. Sin embargo, en los últimos meses, la situación ha empeorado considerablemente. Dejando a su vecino más cercano, República Dominicana, enfrentando una difícil encrucijada en cuanto a la ayuda que puede proporcionar.
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¿Seguirá contando Haití con la ayuda de Republica Dominicana?
Este lunes, en una comparecencia ante el Consejo de Seguridad de la ONU, el canciller dominicano, Roberto Álvarez, destacó la solidaridad mostrada por República Dominicana hacia Haití en medio de circunstancias desafiantes. Sin embargo, advirtió que existe un límite para el apoyo que pueden brindar sin poner en peligro la estabilidad de su propio país.
«República Dominicana ha mantenido su compromiso solidario con Haití a pesar de los sacrificios que ello implica. No obstante, no podemos superar nuestras posibilidades materiales ni adoptar medidas que comprometan la estabilidad y seguridad de nuestra nación. Simplemente no lo permitiremos, independientemente de quién lo solicite», subrayó Álvarez ante los miembros del consejo.
El canciller también instó al Consejo de Seguridad de la ONU a tomar medidas concretas para identificar y sancionar a los responsables de la violencia en Haití. Además, hizo hincapié en la necesidad de aplicar rigurosamente el régimen de sanciones, ya que el financiamiento de las bandas criminales amenaza con desestabilizar el frágil proceso político al que se enfrenta Haití.