Rudiger Koch, un ingeniero aeroespacial de 59 años, ha hecho historia al pasar 120 días viviendo bajo el agua en la costa de Panamá, superando el récord anterior de 100 días establecido por el estadounidense Joseph Dituri. Desde su inusual hogar sumergido, ubicado a 11 metros de profundidad, cerca de Puerto Lindo, Koch ha demostrado que «vivir en el océano es posible» y que puede ser una alternativa viable para la humanidad.
Durante su estancia, Koch habitó un módulo submarino de 30 metros cuadrados, diseñado por él mismo. Este espacio contaba con todas las comodidades necesarias, incluyendo una cama, internet de alta velocidad gracias a Starlink, y un sistema de monitoreo de salud que registraba sus signos vitales. Sin embargo, las limitaciones eran evidentes: sin ducha y con un entorno estrecho, su vida diaria no era fácil.
Te puede interesar: La «historia» de Pamela Hemphill, “Abuela MAGA”, con Trump
¿Cómo Rudiger Koch logró superar el récord de Joseph Dituri?
«Fue una idea bastante espontánea», comentó Koch a BBC News, revelando que la idea de superar el récord surgió cuando su hija necesitaba una cama adicional en el módulo submarino. «Mi hija estaba aquí y necesitaba una cama adicional, así que instalé una en la parte submarina y terminamos pasando mucho tiempo abajo. Ahí surgió la idea de superar el récord de Dituri».
Desde entonces, su hazaña ha capturado la atención de investigadores y entusiastas de la «colonización del océano», un concepto que busca demostrar la viabilidad de comunidades estables en alta mar.
A lo largo de sus días bajo el agua, Koch pasó tiempo observando la vida marina a través de las seis ventanas de su cápsula, deleitándose con el sonido de los crustáceos y los cardúmenes de peces que lo rodeaban. Su experiencia, más allá de ser un récord, también generó datos valiosos sobre los efectos de la vida prolongada en el océano.
El 24 de enero, al emerger de su hogar submarino, Koch se permitió celebrar su logro con un puro y un anhelado baño. «Lo que queremos mostrar es que los océanos son un entorno viable para la expansión humana», declaró, abriendo una nueva conversación sobre el futuro de la vida marina y la humanidad.