Rusia sobrevive una y otra vez al colapso económico

Si bien Rusia ha mostrado una inesperada resiliencia, la batalla económica en la sombra sigue siendo crucial
Si bien Rusia ha mostrado una inesperada resiliencia, la batalla económica en la sombra sigue siendo crucial

En medio de la guerra en Ucrania, las sanciones de Occidente y las dudas sobre el futuro económico del país, la economía de Rusia ha logrado resistir y, sorprendentemente, crecer más que la de los países del G7. A medida que los rusos se preparan para elegir a su próximo presidente, la economía se ha convertido en un tema crucial en el proceso electoral.

En marzo de 2022, Rusia se enfrentó a una crisis económica después de las sanciones impuestas por Occidente en respuesta a la invasión de Ucrania. El ese momento el rublo se desplomó, las grandes empresas como Gazprom y Sberbank sufrieron pérdidas significativas, y el país cayó en una profunda recesión. Sin embargo, en los últimos dos años se ha producido un cambio notable.

Según el presidente ruso, Vladimir Putin, Rusia es la economía de más rápido crecimiento en Europa. El Fondo Monetario Internacional ha mejorado su previsión de crecimiento para este año, destacando la fortaleza económica de Rusia. De hecho, la economía rusa ha superado el crecimiento del conjunto del G7 tanto el año pasado como se espera que lo haga en 2024.

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¿Cómo ha logrado Rusia sostener este crecimiento ?

En primer lugar, Rusia ha transformado su economía en una economía de guerra movilizada. El gasto militar y de seguridad ha aumentado significativamente, representando hasta el 40% del presupuesto estatal. Esto ha permitido financiar la producción de tanques, sistemas de misiles y defensas en la ocupada Ucrania.

Según un artículo publicado por BBC, a pesar de las restricciones occidentales sobre el petróleo y el gas rusos, los flujos de ingresos de los hidrocarburos han seguido llegando a las arcas estatales. Pues Rusia ha diversificado sus mercados de exportación, enviando barcos petroleros a India y China, y realizando la mayoría de los pagos en yuanes chinos, en lugar de dólares estadounidenses.

Por otra parte, la producción de petróleo se mantiene en niveles cercanos a los anteriores a la guerra. Mientras, el país ha evadido las sanciones mediante la compra y despliegue de una «flota en la sombra» de petroleros.

En duda la sostenibilidad de la estrategia rusa

Aunque este modelo de crecimiento económico ha aumentado la dependencia de Rusia de los ingresos petroleros, de China y del gasto bélico no productivo, ha logrado sostener el crecimiento en el corto plazo. Sin embargo, los líderes occidentales advierten que esta estrategia no puede ser sostenible a largo plazo. Alegando que Rusia quedará expuesta a medida que la demanda de petróleo y gas alcance su punto máximo. Así, como por la entrada en funcionamiento de la producción competidora del Golfo Arábigo .

La estrategia de Occidente no ha sido sitiar la economía rusa, sino restringirle el acceso a la tecnología, aumentar los costos y limitar los ingresos. El objetivo no es detener las transacciones comerciales, sino limitar las ganancias que regresan a la maquinaria de guerra del Kremlin.

Si bien Rusia ha mostrado una inesperada resiliencia, la batalla económica en la sombra sigue siendo crucial para entender el conflicto en Ucrania y sus implicaciones a nivel mundial. Mientras tanto, el Kremlin espera un posible cambio de presidente estadounidense y una reducción de la financiación occidental para la defensa de Ucrania.

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