En un veredicto que sacude el panorama político de Nueva Jersey, un jurado federal declaró este martes al senador demócrata Bob Menéndez culpable de 16 cargos de corrupción que incluyen soborno, extorsión, fraude electrónico y obstrucción de la justicia.
Los fiscales argumentaron con éxito que Menéndez, uno de los políticos más influyentes del estado, había abusado de su poder y posición para promover intereses militares extranjeros, interferir en procesos penales y obtener inversiones de funcionarios qataríes, a cambio de regalos como lingotes de oro, efectivo y un Mercedes-Benz convertible.
La condena del senador, que se enfrenta a una pena máxima de 222 años de prisión, es un golpe devastador para el Partido Demócrata, tanto a nivel estatal como nacional. Incluso antes del veredicto, el caso de Menéndez había generado una revuelta dentro del ala más progresista del partido, quienes acusaban a la maquinaria política demócrata de Nueva Jersey de aplastar a los candidatos alternos.
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Bob Menéndez deja al partido demócrata en la cuerda floja
Inmediatamente después del fallo, el líder de la mayoría demócrata en el Senado, Chuck Schumer, pidió la renuncia inmediata de Menéndez. La sentencia está programada para el 29 de octubre, una semana antes de las elecciones, lo que plantea un escenario delicado para los demócratas que buscan defender su estrecha mayoría en el Senado.
La condena de Menéndez representa un gran choque para la maquinaria política demócrata de Nueva Jersey, dejando a su partido enfrentando un delicado escenario a pocas semanas de las elecciones. La carrera para reemplazar al senador se perfila como un campo minado, con el riesgo de que su candidatura independiente divida el voto demócrata y abra una vía para el candidato republicano.