La presentación de Simone Biles a los Juegos Olímpicos se catalogó de muchas formas. Todas, sinónimo de extraordinario. Sin embargo, el mayor calificativo para la imagen que mostró la atleta es, sencillamente, su nombre. Decir Simone Biles es nombrar la grandeza es su expresión más acabada.
París ha sido su gran vitrina. El regreso de la mejor de todos los tiempos a un lugar que siempre ha sido suyo, incluso cuando la continuidad de su carrera se puso en duda. Biles se mostró firme, segura, casi, perfecta. Sin embargo, lo mejor fue la amplia sonrisa que regaló a las millones de personas que seguían su desempeño.
“Lo hace. Con el mismo exceso vuela en su Biles II. No se pierde. Toca el cielo y regresa, y tan fuerte cae que tiene que dar un paso atrás para clavarse. Liberada, segura, se pasa de vueltas en las paralelas, y cuando termina la rutina estalla. Puro jolgorio. Alegría. Se ríe a carcajadas y baila. Pura Biles. Pura magia. El equilibrio del exceso, afortunadamente”, reseñó El País.
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¿Quién es el gran apoyo de Simone Biles?
Varias personas han sido determinantes en la recuperación de su salud mental. Una de ellas, sin dudas, es su esposo, el futbolista de la NFL Jonathan Owens. Ambos se conocieron en una aplicación de citas. Y, al parecer, la relación es cada día más sólida. En el documental Simone Vs Herself, Jonathan confesó que antes de conocerse no sabía quién era Biles. Algo que, lejos de molestarla, fue una de las cosas que más le llamó la atención de él a Simone.
De acuerdo con la revista Hola, los deportistas se casaron en dos ocasiones. La primera vez fue una ceremonia íntima en un juzgado de Texas. Después celebraron una segunda boda en una de las idílicas platas de Cabo San Lucas. A esta ceremonia acudieron 144 invitados, entre los que se encontraban familiares, amigos y compañeros deportistas
— Simone Biles (@Simone_Biles) March 10, 2024