Las noticias de Cuba se hicieron eco hoy de un hecho sin precedentes dentro de las filas de la Sociedad Masónica. Decenas de hermanos de la emblemática organización se reunieron frente a la Gran Logia de Cuba con un objetivo en común: protestar de forma pacífica ante la restitución de un hermano en su cargo.
Mario Urquía Carreño, fue destituido de su cargo como Gran Maestro de la Orden a iniciosde año, tras la desaparición de 19 mil dólares del Asilo Nacional Masónico. Sin embargo, presentó su caso frente a las autoridades de justicia y estas decidieron restituirle su cargo y responsabilidades. Esto representó una injerencia por parte del Ministerio de Justicia y generó enorme descontento entre los miembros de la sociedad.
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La restitución del cargo a Urquía Carreño, según destacaron las noticias de Cuba, no solo desconoce la decisión acordada por las más de 300 logias del país. También dejó sin efecto la designación como Gran Maestro de Juan Alberto Kessel Linares.
Noticias de Cuba: Masonería cubana limitada por el Gobierno
No es esta la primera vez que se habla de intentos del gobierno cubano por interceder en alguna medida en las decisiones de la Gran Logia Masónica. De hecho con anterioridad algunos medios han reseñado la infiltración en sus filas de agentes de la seguridad. No obstante, sí es la primera vez que de forma tan abierta se hace presente la injerencia de un poder externo a la organización.
Ante la presencia de cerca de 200 hermanos que organizadamente designaron a tres emisarios para dar a conocer a Urquía Carreño su sentir y negociar una salida digna, este se negó a dar la cara. Las noticias de Cuba aún no han comunicado el desenlace de la situación, pero sí indicaron que además de los masones presentes, había montado un operativo de la seguridad policial.
Se trata esta de la peor crisis interna de la historia de la Gran Logia Masónica de Cuba.Una que apunta a la investidura de Urquía Carreño como un intento de crear divisiones dentro de la fraternidad. Sin embargo el interés supremo de los hermanos masones de Cuba quedó claro: recuperar la unidad y la moral que siempre ha caracterizado a su organización.
