Robin Hood se convirtió en leyenda por su altruismo al margen de la ley, pero, en pleno siglo XXI las “enseñanzas” del famoso ladrón, al parecer, cayeron en el olvido. Así lo comprobaron los ciudadanos del norte del Reino Unido con un insólito robo que rápidamente ocupó titulares. No se trató de joyas exclusivas ni de exorbitantes sumas de efectivo, sino de una camioneta refrigerada portadora de una carga mucho más “dulce”.
El chef Tommy Banks denunció este lunes a las autoridades locales la sustracción de su vehículo que nunca llegó a su destino: el mercado navideño de York. Banks, quien dirige dos restaurantes con estrellas Michelin en el área norte de Yorkshire, explicó que en la camioneta habían 2500 tartas así como carne, harinas y huevos. En tanto, se calcula que el apetitoso cargamento estaba valorado en cerca de 31 700 dólares.
Ante este insólito robo, el chef no tardó en tomar las redes sociales para hacer una “peculiar” petición a los delincuentes. “Sé que eres un criminal, pero tal vez podrías hacer algo bueno porque es Navidad y, tal vez, podamos alimentar a miles de personas con estas tartas que has robado. Haz lo correcto». Con estas palabras el británico instó a no desperdiciar la cuantiosa cantidad de comida. Sin embargo, su solicitud no pareció conmover a los culpables, pues la camioneta y su contenido fueron encontrados abandonados en mal estado.
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Tommy Banks: Miles de dólares malgastados
Banks, quien ha sido uno de los jueces del popular reality Great Britsh Menu lamentó el suceso explicando que en esas tartas iban horas de intenso trabajo. De hecho, las 2500 tartas eran suficientes para suplir la existencia de su dulcería por toda una semana. El chef señaló, además, que podían haber alimentado a cientos de personas sin recursos residentes en refugios. “No creo que quienes lo hicieron intentaban robar las tartas. Creo que su objetivo era solo la camioneta y las tartas fueron un daño colateral”.
Aunque Banks no considera que sus crecaciones hayan sido la meta de este hurto, es una teoría que no debería descartarse. Y es que no sería la primera vez que una “delicia artesanal” es robada en Gran Bretaña. En los últimos cuatro años se han registrado en el país incontables robos de alimentos, especialmente quesos. Uno de estos incidentes se volvió incluso viral en octubre pasado, recibiendo el nombre del Gran Robo de Queso. La magnitud de lo estafado, 950 ruedas equivalentes a 22 toneladas provocó la pérdida de 390 mil dólares aproximadamente a sus dueños. En resumidas cuentas, que el compartir con los pobres no es un tema de interés para los ladrones, aún cuando se trate de comida.