La secretaria de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Kristi Noem, afirmó este miércoles que la Administración de Donald Trump evalúa utilizar la Base Militar de Guantánamo, ubicada en territorio de Cuba, para retener a migrantes irregulares durante los procesos de deportación a sus países de origen.
«Estamos evaluándolo y debatiéndolo en este momento. Es una decisión del presidente, pero es un recurso y vamos a seguir explorando cómo podemos utilizar todos nuestros recursos para mantener a Estados Unidos seguro». Así respondió a la cadena Fox News al ser cuestionada de manera directa sobre esa posibilidad.
Sus palabras llegan en medio de polémicas entre el republicano y algunos de sus homólogos del continente debido a las deportaciones. Particularmente mediático fue el «intercambio» de mensajes entre el magnate y el presidente de Colombia, Gustavo Petro, respecto a la manera en que se produjo el retorno del primer grupo de migrantes colombianos. Y, si bien ambos no tardaron en «llegar a un acuerdo», el «enfrentamiento» recolocó en los debates públicos el impacto de las decisiones de Trump fuera de sus fronteras.
Ahora, el hecho de que Guantánamo sea una opción para Trump eleva las preocupaciones. Sobre todo porque la Base Militar ha sido siempre uno de los «pozos» de la información pública. Poco o nada se sabe de lo que ocurre en ese espacio. Y lo que ha trascendido hasta ahora ilustra un escenario de alarmas para la comunidad defensora de los derechos humanos.
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Base Militar de Guantánamo
The New York Times público el pasado año un reportaje basado en informes internos del Gobierno de Estados Unidos. El texto evidenció que los detenidos son obligados a usar gafas de visión opaca durante los traslados internos. Además, sus llamadas con abogados son monitoreadas. En tanto, a veces «conviven» con ratas en algunos espacios.
El campo de detención de la base de Guantánamo fue abierto en 2002 por el presidente George W. Bush para acusados de terrorismo, tras los atentados del 11 de septiembre de 2001. Si bien los migrantes son retenidos en un área separada, se encuentran en un limbo legal dentro de una base militar que opera al margen de las leyes migratorias estadounidenses.
Cuba no tardó en reaccionar ante las palabras de la Secretaria de Seguridad Nacional. «Decisión gob EEUU de encarcelar en Base Naval en Guantánamo a migrantes, en enclave donde creó centros de tortura y detención indefinida, muestra desprecio hacia condición humana y Derecho Internacional Es en territorio de #Cuba ilegalmente ocupado fuera jurisdicción cortes EEUU». Así escribió en X el canciller Bruno Rodríguez.
De acuerdo a Pete Hegseth, la cárcel de Guatánamo será para inmigrantes indocumentados que no sean recibidos en sus países. En otras palabras, están construyendo un campo de concentración para venezolanos.
— Camilo Pino (@camilopino) January 30, 2025
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