Para el 24 de noviembre quedó fijada la segunda vuelta de las elecciones presidenciales en Uruguay. El insuficiente porcentaje alcanzado en el balotaje primario por los dos principales candidatos obliga a alargar aún más el controvertido proceso. Cerca de un 45 por ciento de los votos dieron la victoria del domingo al representante del Frente Amplio, Yamandú Orsi, según reportes de la Corte Electoral. Sin embargo, según analistas políticos, los resultados de la segunda vuelta son aún muy inciertos.
Orsi, el “apadrinado” del ex presidente Pepe Mujica y representante de la alianza centroizquierdista llegó a la jornada electoral como favorito. Un indicativo del consenso popular de querer reinstaurar en el poder al Frente Amplio, que ocupó la presidencia de 2005 a 2019. Pese a ello, la realidad mostró que su contrincante, el oficialista Álvaro Delgado es una fuerza a tener en cuenta. Delgado, candidato por el Partido Nacional acaparó solo un 27 por ciento de los votos pero, dio pistas de su estrategia para la segunda ronda.
Igual que como hace cinco años atrás hiciera el actual mandatario Luis Lacalle Pou, Álvaro Delgado apostará por un gobierno de coalición en Uruguay. Una movida que le brindará el impulso -entre otros-, del Partido Colorado para la victoria. En tanto, el ex secretario de la presidencia de Lacalle Pou aseguró que dará continuidad a las políticas de su predecesor.“Tenemos la responsabilidad, la linda y hermosa responsabilidad, de continuar con este rumbo”.
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Uruguay: el destino de una democracia
Además de las elecciones presidenciales el pasado 27 de octubre, Uruguay votó por otros dos plebiscitos de suma importancia. Por un lado el referido a ajustes al presupuesto para las reformas al régimen de seguridad social. En estas se incluyen la reducción de la edad de jubilación de 65 a 60 años y eliminar el sistema de jubilación privada. Mientras que el otro giraba en torno a la habilitación de los allanamientos nocturnos. Ambas propuestas fracasaron por no alcanzar el 50 por ciento de aprobación requerido.
De cara a la jornada electoral de noviembre tanto Orsi como Delgado deberán apelar a convencer a los votantes de los candidatos que quedaron fuera de juego. Ahí radicará la victoria según la opinión especializada. “Son unos pocos los que terminan definiendo el final, los indecisos. Y en el balotaje es difícil decir qué va a decidir a esta gente”. Así aseguró una analista al medio BBC Mundo. En las elecciones de este 27 de octubre participó el 89 por ciento de los 2,7 millones de votantes con derecho a ejercerlo, una acción que en Uruguay tiene carácter obligatorio.
