Nicolás Maduro quiere seguir en el poder. Once años de mandato y un país sumido en la pobreza no le son suficientes razones para ceder su lugar. Por eso el próximo 28 de julio estará entre los 10 candidatos que se disputan la presidencia de Venezuela para los próximos seis años.
Elegido por Hugo Chávez, Maduro ha resistido en su puesto entre polémicas y acusaciones de todo tipo, no solo por parte de la oposición, sino de diversos organismos internacionales. “Acepto la candidatura presidencial para los comicios del 28 de julio, la acepto, la asumo y con el apoyo del pueblo iremos a una nueva victoria”, dijo tras confirmar su candidatura.
Sin embargo, el régimen no lo tiene fácil. La situación socioeconómica de Venezuela ha puesto al mandatario en una posición de alta impopularidad. Por el otro lado, la oposición parece cada vez más fuerte, con una masa de votantes ávida de transformaciones en la tierra de Bolívar.
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Una vez más: Venezuela y Estados Unidos
En este contexto eleccionario, ningún movimiento es casual. Maduro, anunció este lunes que aceptó la propuesta de Estados Unidos para reanudar las conversaciones directas. Ello, con miras al cumplimiento de los acuerdos que ambos suscribieran en Catar.
«Luego de pensarlo durante dos meses, he aceptado y el próximo miércoles se reinician las conversaciones con el Gobierno de EE.UU., para que cumpla los acuerdos firmados en Catar y para restablecer los términos del diálogo con respeto, sin manipulaciones, dijo el mandatario en su programa Con Maduro+.
Al decIr de RT, el presidente venezonlano demandó diálogos «públicos», porque en el pasado Caracas y Washington han conversado secretamente, pero desde la Casa Blanca han filtrado contenido falso atribuido a los intercambios. «Ellos tratan de favorecerse para hacernos daño y sacan versiones que no son verdad», según Maduro.