El primer debate electoral del año en Estados Unidos cambió el camino hacia el Despacho Oval. Donald Trump no solo resultó el gran vencedor de una noche histórica, sino que sacó a su contrincante de la carrera por la presidencia de Estados Unidos. Poco después, de las cenizas del Partido Demócrata salió una Kamala Harris dispuesta a obrar el milagro.
Cuando ya estamos en cuenta regresiva, el recorrido hacia la Casa Blanca parece bastante reñido. No obstante, lo cierto es que ningún candidato ha enfrentado tantos obstáculos como lo ha hecho Donald Trump. Y sobre todo, de la forma en que los ha sorteado: sin grandes manchas en su polémica imagen.
En tanto, Kamala Harris tuvo un inicio de campaña arrollador. Además, ha logrado cifras impresionantes de recaudación de fondos. Aún así, resta por ver si logra convencer a los «indecisos». Sea como fuere, tanto la vicepresidenta como el magnate republicano vivirán este 10 de septiembre una jornada que puede ser definida en sus aspiraciones.
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¿Qué esperar de Donald Trump y Kamala Harris?
«En el caso de Harris, un sustituto del expresidente, con su característica corbata roja, la ha ayudado a visualizar la escena con anticipación. Trump, mientras tanto, ha evitado un compañero de entrenamiento en el papel de Harris, optando en cambio por replicar el «tiempo de política» informal que formó su preparación antes del debate de junio con el presidente Joe Biden», reseñó CNN.
La cadena multinacional refirió también que incorporó a su equipo a «una de las exrivales de la vicepresidente, Tulsi Gabbard, la exrepresentante de Hawái que se postuló a la presidencia como demócrata en 2020 en un campo abarrotado que también incluía a Harris«.
Con este escenario es claro que Harris no sale como favorita. Máxime si se tiene en cuenta la larga experiencia de Trump en estos debates. Al parecer, la gran pregunta es si la vicepresidenta logra mantener las esperanzas cuando finalice el intercambio.