Gestionar los sentimientos en medio la desolación por la pérdida de tantas vidas y bienes es casi un imposible. Quizá por ello, este domingo, las emociones tomaron el mando en la zona cero de la DANA en España. Un contexto que transformó la visita de las máximas autoridades del país en un triste espectáculo. Los reyes de España Felipe VI y Letizia, así como el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez y el de la Generalitat Valenciana, Carlos Mazón, fueron recibidos bajo un clamor de insultos y afrentas que no tardaron en convertirse en serios disturbios.
“Asesinos”, así les coreaban las víctimas del evento meteorológico en la localidad de Paiporta. A la par lanzaban barro, palos y botellas a la comitiva. Según reportes oficiales, a más de 200 asciende la cifra de fallecidos como consecuencia de las torrenciales lluvias y las inundaciones. Sin embargo, esta cifra pudiera ser muy superior. Especialmente si se tiene en cuenta que aún hay cientos de desaparecidos. En tanto, los residentes de las áreas más afectadas denuncian que la mala planificación del gobierno y la tardanza en activar la respuesta de los servicios de emergencia están agravando la situación.
El rechazo de la ayuda del gobierno francés, que puso a disposición de España 200 bomberos para las tareas de rescate y salvamento ha sido una de las principales críticas a la gestión gubernamental en medio de esta tragedia. Así mismo su reticencia a declarar un estado de alarma y la ausencia de coordinación política entre la Comunidad Autónoma y el Partido Socialista para agilizar las labores de apoyo también ha sido objeto de reclamo entre la ciudadanía.
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España: reacciones ante la tragedia
Los gritos de “Muerte al Presidente” y “Mazón, dimisión”, fueron suficientes para levantar las alarmas ante la seguridad de los dirigentes. Por ello Pedro Sánchez no tardó en escudarse tras su personal y salir de en medio del tumulto, aun cuando casi todos los reproches estaban destinados a él. El presidente de la Comunidad Valenciana, Carlos Mazón, remarcó en sus redes que entendía la indignación social y se quedaría a. “Es mi obligación política y moral”, expresó.
Por su parte, los monarcas permanecieron durante más tiempo en el sitio y se acercaron a conocer de primera mano las experiencias de las víctimas en medio de la respuesta hostil a su presencia. Aunque los titulares alrededor del orbe destacaron que la familia real no se libró de los abucheos, la respuesta serena y empática de los reyes generó también el agradecimiento de entre algunos de los presentes. No obstante, el comportamiento violento para con las autoridades españolas durante esta primera visita conllevó a la cancelación de su seguimiento en la localidad de Chiva, otra de las zonas más afectadas.
