Miles de empleados de Boeing, en Estados Unidos, iniciaron una huelga general tras rechazar un contrato salarial que no cumplió con sus expectativas. La votación realizada este jueves mostró que un abrumador 94,6 % de los trabajadores se opuso a la oferta de la compañía, mientras que el 96 % respaldó la decisión de ir a huelga, según Jon Holden, presidente del Sindicato Internacional de Maquinistas y Trabajadores Aeroespaciales (IAM).
El conflicto se desató cuando Boeing presentó un aumento salarial del 25 % en un lapso de cuatro años. Sin embargo, muchos empleados consideraron la eliminación de un bono anual que hacía que el incremento real fuera significativamente menor. Paul Janousek, electricista con 13 años en la empresa, expresó su descontento, señalando que su aumento real sería solo del 9 % tras la eliminación del bono.
Te puede interesar: Tormenta Francine se debilitó a depresión tropical
Estados Unidos: Boeing dispuesto a negociar
La huelga, que comenzó a la medianoche, ha generado preocupación sobre su impacto en la producción y el suministro de aviones. Boeing, por su parte, ha manifestado su disposición para reanudar las negociaciones, afirmando que está comprometida a restablecer una relación constructiva con sus empleados.
La negativa de la compañía a restaurar el plan de pensiones y la falta de un compromiso claro para la producción de nuevos aviones en Seattle también fueron puntos críticos en las negociaciones. Empleados como Joe Philbin, un mecánico estructural, indicaron que, a pesar de las dificultades de la huelga, defender sus derechos laborales es crucial para su bienestar a largo plazo.
Esta no es la primera vez que los trabajadores dejan en claro sus opiniones. El IAM tiene un historial de movilizaciones laborales, la más reciente en 2008, que duró 57 días. Respecto a ello, Holden subrayó que el verdadero poder de las empresas reside en los trabajadores, quienes han encontrado inspiración en las victorias recientes de otros sindicatos en diversas industrias. En tanto, la situación en Boeing refleja un creciente descontento laboral en el país, donde los sindicatos buscan mejorar las condiciones de trabajo en un entorno de alta inflación.