Dos años atrás, en la misma noche en la que Donald Trump anunciaba su intención de volver al ruedo por un segundo mandato, Ivanka Trump aseguraba su retiro de la política. Una decisión que ahora, a menos de un mes de que el magnate tome nuevamente posesión de la oficina Oval, la “primera hija” parece reforzar. Y es que si bien durante la mayor parte de su vida adulta ha sido el brazo derecho de Trump, esta vez decidió priorizar su familia lejos del tumultuoso ambiente de la Casa Blanca.
En este período Ivanka Trump, junto a su esposo Jared Kushner, ha mantenido un perfil bajo en Miami. Lejos del foco público, la ex asesora del mandatario se ha centrado en su familia luego de algunas circunstancias bastante difíciles. Tanto la muerte de su madre como una segunda cirugía de su esposo, diagnosticado de cáncer de tiroides, sacudieron la estabilidad emocional de la empresaria, al punto de dar un paso atrás pese al rol protagónico que jugó durante la primera gestión de Trump. De ahí que aunque no pocos la vaticinaban como la “heredera al poder”, su vida dio un giro de 360 grados.
Según sus propias publicaciones en redes sociales, el día a día de Ivanka Trump hoy se comparte entre prácticas de jiu jitsu, polo, surf, motocross, jardinería y juegos de mesa. Una “nueva normalidad” que responde a su interés de estar más presente en la vida de sus hijos. “Sé hoy el precio que tendrían que pagar por mi total implicación emocional, en términos de mi ausencia en un momento tan formativo de sus vidas, y no estoy dispuesta a hacerles pagar ese precio”.
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Ivanka Trump: De símbolo conservador a la vida privada
En determinados momentos de la administración de su padre Ivanka dio indicios de ser la candidata perfecta para un alto cargo político. Sin embargo, resulta evidente que el lado más “turbio” de este campo hizo mella en la empresaria. Al menos así lo sugieren sus escasas declaraciones al respecto.”La política es un mundo realmente oscuro. Hay mucha oscuridad, mucha negatividad y realmente está en desacuerdo con lo que me hace sentir bien como ser humano”.
Ello no quiere decir, por supuesto, que la socialité esté alejada de su padre o en desacuerdo con sus posturas. Incluso puede que el presidente entrante reciba algún que otro consejo de su hija, solo que ello no será ya de conocimiento público. Mientras tanto, Ivanka ha optado por afianzar su nuevo y tranquilo estilo de vida a través del voluntariado con ONGs y proyectos de caridad. A la par ha rescatado su pasión por el mundo inmobiliario, y poco a poco está construyendo toda una imagen basada solamente en su persona.
