La propuesta del presidente argentino, Javier Milei, de privatizar los clubes de fútbol del país ha desatado una controversia de gran magnitud en el país sudamericano. Milei busca que estos equipos dejen de ser asociaciones civiles sin fines de lucro y se conviertan en Sociedades Anónimas Deportivas (SAD), con el objetivo principal de generar ganancias económicas.
Este cambio de modelo representaría un quiebre radical con la tradición arraigada en el fútbol argentino. Actualmente, los miles de fanáticos de cada club son socios y participan activamente en la toma de decisiones, incluyendo la elección de las directivas. La privatización, en cambio, colocaría el control total en manos de un grupo de accionistas, despojando a los hinchas de cualquier poder de decisión.
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Reacciones ante la propuesta de Javier Milei
La Asociación del Fútbol Argentino (AFA) ha rechazado abiertamente el modelo impulsado por el gobierno. Esto ha generado un enfrentamiento directo entre Milei y el presidente de la AFA, Claudio Tapia. El mandatario ha criticado a la AFA por permitir que los jugadores de la selección nacional provengan de equipos que son Sociedades Anónimas Deportivas, acusándolos de «socialismo pobrista».
Sin embargo, los expertos y fanáticos han señalado que la mayoría de esos jugadores se formaron en los clubes argentinos tradicionales, que son asociaciones civiles, y fue gracias a esa estructura que pudieron desarrollar sus habilidades desde las categorías inferiores antes de ser transferidos a equipos extranjeros.
A pesar de la fuerte oposición, Milei se mantiene firme en su propuesta, argumentando que la privatización atraería cuantiosas inversiones, especialmente de países árabes, y evitaría los «curros» (negocios ilícitos) que, según él, existen en los clubes actuales.
La iniciativa de Milei ha generado una gran conmoción en Argentina, donde los fanáticos y expertos temen que la privatización de los clubes pueda acabar con la tradición y el espíritu colectivo que ha caracterizado al fútbol en el país por más de un siglo.