La violencia y represión que sufren los activistas y periodistas independientes en la mayor de las antillas ya no se puede ocultar, y así lo evidencian las noticias de Cuba. Esta realidad salió a la luz en las recientes declaraciones del Comité para la Eliminación de la Discriminación contra la Mujer (CEDAW) de la ONU. En su evaluación del 18 de octubre, el organismo internacional dio voz a las denuncias de la sociedad civil sobre la violencia estatal que enfrentan las defensoras de derechos humanos en la isla.
Según el informe del CEDAW, el gobierno cubano niega sistemáticamente las acusaciones de criminalización dirigidas a estas defensoras. En este contexto, se documentaron diversas violaciones, que incluyen amenazas, acoso, intimidación, detenciones arbitrarias y campañas de difamación. Estas acciones no solo afectan a las activistas, sino también a los periodistas y a las mujeres que protestan por las difíciles condiciones económicas en el país.
Además, en los días previos a la comparecencia del gobierno ante el CEDAW, varios medios de comunicación denunciaron la represión contra sus colaboradores. Estos fueron sometidos a largos interrogatorios, extorsionados y amenazados con procesos penales, lo que los llevó a renunciar. Esta situación es alarmante, ya que al menos 119 mujeres se encuentran actualmente encarceladas por motivos políticos, enfrentando condiciones inhumanas en prisión.
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Noticias de Cuba: CEDAW exige investigación
En respuesta a estas preocupaciones, el CEDAW instó al gobierno cubano a garantizar que el Código Penal no se utilice como herramienta de represión. Exigió una investigación exhaustiva de todas las agresiones contra mujeres activistas. Además, recomendó reformar la Ley de Asociaciones para permitir la creación de organizaciones independientes que defiendan los derechos de las mujeres.
Por otra parte, a pesar de que el gobierno destaca la alta representación de mujeres en el parlamento cubano, el CEDAW expresó su preocupación por la escasa participación femenina en los niveles más altos de poder. De igual forma recalcó la criminalización y persecución de cualquier intento de participación política fuera del control estatal. Mientras tanto, el Estado niega su responsabilidad en la protección de las mujeres, cuya vulnerabilidad se hace más evidente a nivel internacional.