El racismo estructural es un tema que a menudo pasa desapercibido en las noticias de Cuba. La hipocresía del gobierno cubano es tal que sostiene que en la Cuba de hoy no existe racismo sistémico; sin embargo, los datos cuentan una historia muy diferente. Un informe reciente del Observatorio Cubano de Derechos Humanos (OCDH) revela que la pobreza extrema afecta de manera desproporcionada a la población afrodescendiente de la isla, desmintiendo así las afirmaciones oficiales.
Según el informe publicado en julio de 2024, un alarmante 89% de los cubanos vive en condiciones de pobreza extrema. Dentro de este panorama, se observa que el 68% de los afrocubanos encuestados enfrenta dificultades para acceder a productos básicos, en comparación con el 61% del total de la población. Esta disparidad no solo refleja la desigualdad económica, sino también un patrón de exclusión que afecta a los afrodescendientes de manera más severa.
Además, el desempleo se presenta como otro desafío crítico, afectando al 15% de los afrocubanos, frente al 12% de la población en general. La crisis alimentaria es igualmente preocupante: ocho de cada diez afrodescendientes han tenido que omitir comidas, mientras que esta situación se manifiesta en siete de cada diez personas blancas o mestizas.
#Cuba🇨🇺 ¡Las personas afrocubanas encabezan los datos de desigualdad en la Isla!
— Race and Equality (@raceandequality) November 18, 2024
Analizamos las cifras del último informe de @observacuba, y dialogamos con activistas y personas expertas, quienes denunciaron el racismo estructural en Cuba.
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Noticias de Cuba: Desventajas sociales
Por otra parte, el informe también señala que el 92% de los afrocubanos desaprueba el servicio de salud pública, y el 81% no recibe remesas, una cifra que supera el 71% entre la población blanca. Esta falta de apoyo económico agrava aún más la situación de precariedad en la que viven muchos afrocubanos, quienes se ven obligados a enfrentar una dura realidad sin los recursos necesarios.
Expertas como Eroises González y Noelia Maciel destacan que estas desigualdades se reflejan en el acceso limitado a empleo, educación y oportunidades migratorias. Asimismo, las poblaciones afrodescendientes enfrentan mayores obstáculos para salir del país, y el perfilamiento racial resulta en una persecución más intensa. En particular, un análisis de la ONG Cubalex reveló que las condenas para afrocubanos que participaron en las protestas del 11 de julio de 2021 fueron significativamente más severas que para sus contrapartes blancas.
Dichos hallazgos no solo cuestionan las afirmaciones del gobierno cubano sobre la ausencia de racismo sistémico, sino que también evidencian cómo la pobreza extrema y la discriminación afectan de manera desproporcionada a la población afrodescendiente en Cuba y aún así sigue siendo un tema poco prioritario en las agendas de la isla.
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