De represor a empresario: El caso de Yoandy Riverón

La naturalidad con la que un gobierno dictador y su séquito de represores se beneficia de la economía no es nuevo en las noticias de Cuba
La naturalidad con la que un gobierno dictador y su séquito de represores se beneficia de la economía no es nuevo en las noticias de Cuba

El funcionamiento del aparato represor en Cuba, que ahora se entrelaza con el mundo empresarial, no es una novedad en las noticias de Cuba. Un claro ejemplo de esta sinergia es Yoandy Riverón González, un exagente de la Seguridad del Estado que ha pasado de acosar a estudiantes en la Universidad Central de las Villas a convertirse en un próspero empresario.

Riverón, conocido en su época como el «agente Cristian», fue responsable de hostigamientos sistemáticos hacia alumnos y profesores. Hoy, su historia ha dado un giro inesperado, ya que ha abierto su propia empresa de calzado y, más recientemente, una fábrica de jabones, PDL M&MAX, que opera bajo el formato de Proyecto de Desarrollo Local (PDL). Este negocio se presenta como una fábrica industrial de alta tecnología y busca establecer contratos con empresas estatales y privadas, aunque no figura en el listado oficial de mipymes aprobadas por el régimen.

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Noticias de Cuba: Yoandy Riverón «emprende» nuevos proyectos

El ascenso de Riverón no es el único caso. Según el periodista José Raúl Gallego, este represor ha sido premiado por su lealtad al régimen cubano, lo que le ha permitido acceder a oportunidades económicas que otros ciudadanos no tienen. Comenzó como «asesor jurídico» en una pequeña empresa de calzado y luego fundó Merca-Max, una mipyme que se dedica a la reventa de productos, algunos importados desde Estados Unidos, a pesar de que públicamente critica el embargo estadounidense.

Este fenómeno revela cómo el régimen cubano fomenta una casta de «empresarios» leales, provenientes de su aparato militar y político. Estos individuos, que en condiciones normales no superarían el rango de vendedores ambulantes, se benefician de privilegios que obtienen a cambio de su obediencia al régimen.

Ahora en la mas reciente edición de la Feria Internacional de La Habana, FIHAV, Riverón puso en marcha nuevos proyectos. Esta vez junto al Parque Científico Tecnológico Villaclara. Consolidando así, su posición en el nuevo orden económico cubano, donde los represores se convierten en empresarios mientras la población enfrenta una profunda crisis económica.

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