En una entrevista exclusiva con Swing Completo, el reconocido artista Omar Franco ofreció declaraciones que vislumbran, una vez más, la opresión que ejerce el gobierno cubano sobre sus ciudadanos. Sin pelos en la lengua, Franco se refirió al miedo inculcado por un régimen represor que exilia indiscriminadamente a cualquiera que considere una molestia para sus objetivos. De igual modo, el artista también destacó que el gobierno cubano enfrenta su propio temor ante la nueva administración de Donald Trump. En tanto, con más de un millón de cubanos emigrados y más de mil presos políticos, el Estado aún no es capaz de controlar la situación en el país.
Migración y censura
Este contexto revela un complejo de inferioridad en los líderes cubanos, quienes han recurrido a la censura para silenciar la opinión del pueblo. Al respecto, Franco explicó que mientras disfruta de la libertad en el extranjero, puede referirse plenamente a compañeros y artistas que emigraron por diversas razones, incluyendo discrepancias con el gobierno. Sin embargo, en Cuba, el simple hecho de haber salido del país hacia Estados Unidos convierte a estos artistas en figuras indeseables.
¿De qué pecado se puede culpar a un artista que, lejos de incumplir con normas morales o sociales, es discriminado por defender la verdad a través de la ironía y el humor? Frente a esta reflexión, Omar Franco se mantiene firme a su propósito de dar visibilidad a una realidad que muchos prefieren ignorar.
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¿Omar Franco regresará a Cuba?
Un tema que no pudo quedar de lado es la situación económica que atraviesa la isla. Omar Franco le surgió la duda: ¿En qué nivel de socialismo está Cuba? Y es que, tanto para el artista como para los cubanos, resulta evidente que después de 65 años, el progreso socialista parece estancado. Por ello, narrando la historia que dio origen a su personaje, Franco enfatizó, con el humor que lo caracteriza, que «hasta que Marquetti no regrese a Cuba, Ruperto tampoco».
Desde su perspectiva como hombre libre, Franco también reflexionó sobre la curiosa libertad de decisión que ahora posee. Puede optar, como ciudadano y artista, por prescindir de actividades con trasfondo político sin temor a repercusiones en su vida.
Si bien su carrera como actor le ha proporcionado un notable reconocimiento en Cuba, Franco confiesa que le hubiera gustado alcanzar mayores logros. A pesar de no haber estado en la cima de la pirámide artística, al no haber egresado de la ENA o ISA y haber tenido una formación empírica, se siente satisfecho con su trayectoria.
Actualmente, tras tres años de trabajo en el extranjero, el artista puede afirmar que su situación ha mejorado. Además, está comprometido con un nuevo proyecto cinematográfico que, tras una breve pausa, planea retomar en 2025.
Por último, Franco confirmó su participación en el espectáculo Rumba 502 en Kentucky, junto a Cachita, interpretada por Irela Bravo, el próximo 29 de noviembre. Con su voz firme y su ingenio característico, Omar Franco continúa siendo un portavoz de la realidad cubana desde la libertad que ha encontrado en el exilio.