En medio de la contienda legal que enfrenta Donald Trump, Stormy Daniels, también conocida como Stephanie Clifford, ha subido al estrado para testificar en el juicio penal contra el expresidente de Estados Unidos. Esta vez, Daniels acudió como una de las dos mujeres que la fiscalía alega que Trump pagó para proteger sus perspectivas electorales durante su primera campaña presidencial.
Durante su testimonio, realizado este martes, Daniels detalló su primer encuentro con Trump en un torneo de golf de celebridades en 2006. En ese evento, patrocinado por la compañía de cine para adultos para la que trabajaba, Daniels dijo que fue invitada a tener una cena privada con Trump. En la cual, el exmandatario la animó a unirse a su programa, The Apprentice.
Trump, quien se ha declarado inocente reiteradas veces, a pesar de enfrentar 34 cargos por delitos graves, se encontraba presente en la sala, como exige la ley penal de Nueva York. Además estaba acompañado por Eric Trump, uno de sus hijos.
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Stormy Daniels y Donald Trump
Daniels es una actriz de cine para adultos que recibió un pago de 130.000 dólares del entonces abogado personal de Trump, Michael Cohen, en 2016, cuando Trump se postulaba por primera vez para la presidencia estadounidense. Pago que, según Trump, no tuvo nada que ver con sus elecciones presidenciales, y si , con el objetivo de proteger a su familia, puesto que Daniels había declarado que tuvo una aventura con Trump después de que él se casara con Melania y poco después de que naciera su hijo menor, Barron.
Aunque Trump negó en un principio la aventura, en 2018 Cohen admitió los pagos que realizó. Tiempo después, Trump reconoció que Cohen lo representó en este acuerdo, a pesar de haberlo negado inicialmente. No obstante, la presencia de Daniels en el caso de la fiscalía trae a recuento esos acontecimientos. Pues esta vez la fiscalía se encargó de enfatizar que el pago realizado por Cohen violó potencialmente la ley de financiación de campañas en 2018. Asimismo los fiscales argumentaron que los pagos violaron una ley de Nueva York que prohíbe las conspiraciones ilegales para «promocionar» a un candidato.
