A casi cinco meses de las polémicas elecciones presidenciales en Venezuela, las tensiones políticas en la nación suramericana continúan tan latentes como el primer día. La cuestionada victoria de Nicolás Maduro y la represión que su gobierno ha emprendido en contra de la oposición no hacen más que avivar un fuego que parece lejos de extinguirse. En tanto, cada vez los métodos de “trabajo” de la inteligencia bolivariana resultan más burdos y en clara afrenta los convenios internacionales.
Así quedó en evidencia luego de un reciente comunicado del Comando Nacional de Campaña de María Corina Machado y Edmundo González Urrutia. La nota informó sobre cortes de energía eléctrica y señales de comunicación en la embajada de Argentina en Caracas. Además, apuntó a bloqueos del tránsito en el área, rodeada de vehículos gubernamentales y despliegue de efectivos armados. La sede, bajo actual custodia del gobierno de Brasil, sirve de asilo político a seis opositores, en su mayoría, miembros del partido Vente Venezuela.
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Como respuesta a esta medida las cancillerías de Argentina y Estados Unidos, así como el secretario general de la Organización de Estados Americanos, Luis Almagro, condenaron el hecho. Igualmente llamaron al régimen de Venezuela al respeto a las obligaciones internacionales en materia de asilo y diplomacia. Asimismo calificaron las acciones como muestras del hostigamiento del que son víctimas los opositores bajo la dictadura de Maduro.
Venezuela: sin libertad para disentir
El despliegue del gobierno ante la embajada de Argentina llegó tras la convocatoria, este 1ro de diciembre, a una protesta masiva por la liberación de Venezuela. El llamado lo realizó la líder opositora María Corina Machado, quien destacó que dictadura de Nicolás Maduro atraviesa un período de “contradicciones, tensiones y divisiones reales”. Ello apunta, según la política, a un proceso de fractura interna que puede ser clave para debilitar al régimen.
El gobierno de Nicolás Maduro, mientras tanto, continúa sin conceder el salvoconducto necesario para que los opositores refugiados salgan de forma segura del país. Aciones que remarcan el irrespeto por las sedes diplomáticas y las regulaciones del derecho internacional.